Si estás leyendo este artículo, es que llevas una temporada sintiéndote insatisfecho en tu relación de pareja, con la sensación de que algo importante se ha perdido entre vosotros dos.
Tal vez te cuesta encontrar los motivos por los que seguís juntos, y la convivencia se ha vuelto monótona, tediosa o conflictiva.
Comparas lo que vives con lo que tuviste,
y sabes claramente que te ha sucedido algo,
y a tu pareja también.
Te cuesta volver a casa, y a veces retrasas aposta el momento de abrir la puerta, pues no te apetece hablar, ni besar ni abrazar.
No es la primera vez que piensas en abandonar, porque realmente tampoco sabrías por dónde empezar a cambiar aquello en lo que se ha transformado vuestra relación. Sabes que dejando pasar los días, no se ha arreglado mágicamente el problema
Ha llegado el momento de llamar a las cosas por su nombre: tu relación está en crisis. Deja de hacer la técnica del avestruz, que no te conduce más que a la deriva y la desidia.
Si en cierto modo, sientes que no todo está perdido, si te queda la duda, si no crees que hayas quemado todos los cartuchos; entonces es mejor que seas consciente de las claves que pueden hacer que tu relación sobreviva a una crisis:
#1. Es cosa de dos: responsabilidad dividida
No conozco a ninguna pareja que haya superado una crisis sin haber sido parte activa en su resolución. Si uno de los dos, o ambos, adoptáis un papel pasivo ante la brecha, lo más probable es que acabéis en ruptura, o continuéis la relación con más insatisfacción si cabe.
Esto me lleva a subrayar la importancia que tiene la actitud y la motivación a la hora de salvar el barco que se hunde sin pausa.
Si los dos queréis intentarlo, es posible lograrlo; pero si no estáis dispuestos a hacer el esfuerzo, partiréis prácticamente del último puesto en la carrera hacia la recuperación de vuestra relación.
Esperar a que sea el otro el que dé el primer paso hacia el cambio, es adoptar una actitud pasiva y nefasta. Si tu pareja hace lo mismo que tú en este sentido, ¿en qué punto os encontraréis mañana?
Propuesta: Si los dos sois parte del problema, los dos sois parte de la solución. Empieza con tu parte, ahora y aquí.
#2. Utiliza la crisis a tu favor
Lo quieras o no, ya estáis andando sobre la cuerda floja, y ahora toca: apostar por permanecer allí hasta ver cómo se produce la caída, o luchar para volver a estabilizar la relación y recuperar el equilibrio.
Si os decantáis por lo segundo, podéis salir mucho más fortalecidos de este bache, cuestionando activamente lo que ha fallado, sin miedo a encontrar responsabilidades o aspectos individuales a cambiar.
Si habéis llegado a este punto, es porque se han dejado de hacer cosas que alimentaban la relación, y han emergido otras, que intoxican la misma. Este desequilibrio a favor de las dañinas puede darte mucha información de aquello de lo que es necesario deshacerse.
- ¿Qué se ha perdido en la relación?
- ¿Qué echas en falta?
- ¿Qué aspectos individuales cambiarías para ofrecer lo mejor de ti a la relación?
Propuesta: Escucha lo que la crisis tiene que decirte. Utiliza esa información para provocar un cambio en ti mismo y en tu vínculo.
#3. Adiós a los reproches, bienvenida a las peticiones
Puede que estés harto de las mismas recriminaciones por parte de tu pareja una y otra vez; puede que tú mismo seas el que las hace, porque has llegado a un punto en que, cada cosa que hace o dice tu pareja, te parece insoportable.
Esto sucede cuando la relación se ha vuelto tóxica, las faltas de respeto han comenzado a aparecer, y la tolerancia hacia los defectos de la otra parte ha disminuido notablemente.
Ahora bien, si queréis daros una oportunidad, es necesario abrir bien las ventanas de la comunicación y dejar que entre aire nuevo, una forma más sana de hablaros.
El reproche puede ceder su sitio a la petición constructiva, ese intento por dirigirse con empatía al otro, dándole a entender que comprendes lo que siente y piensa, para después poder pedirle una acción concreta en beneficio de ambos.
Propuesta: Cambia “tienes que” por “me gustaría que tú…”; sustituye “siempre haces lo mismo” por “quiero pedirte una cosa …”; deja el “no soporto que …” y utiliza más el “prefiero que …”
#4. Re-descubre las cualidades de tu pareja.
Los dos habéis podido evolucionar, y las circunstancias vividas os han podido influir en alguna medida, todo lo cual ha podido repercutir en muchos de vuestros desencuentros.
Sin embargo, si quieres que esta crisis no sea el principio del fin, es importante que hagas un ejercicio activo por volver a valorar aquellas características de tu pareja que te conquistaron.
- ¿Qué admiras de tu compañero/a?
- ¿En qué aspectos le sigues viendo atractivo/a?
- ¿Qué logros ha llevado a cabo tu pareja que te provocan admiración?
- ¿Qué cualidades suyas hacen que te sientas especialmente bien en su compañía?
- ¿Qué rasgos tiene que son un complemento perfecto con los tuyos?
Propuesta: Empieza a entrenarte justo en lo contrario de lo que vienes haciendo en los últimos meses: detecta rápidamente todas las cosas positivas que tu pareja es capaz de aportarte, y por supuesto, refuérzaselas.
#5. Crea un nuevo espacio para los dos.
Es imposible que un problema pueda resolverse, si apenas dedicas tiempo a abordarlo. Seguir viviendo como si nada extraño estuviera sucediendo entre los dos, es evadir la situación, postergar lo inevitable de una forma improductiva.
Aunque tengas la sensación de haber hablado las mimas cosas una y mil veces, ha llegado el momento de hablarlas de otra manera, con otro estado de ánimo y con otra actitud.
Esto último, será mucho más fácil, si de nuevo os concedéis un espacio específico en vuestras vidas para compartir actividades, proyectos, conversaciones, intimidad, aficiones, etc. La pareja también necesita de un cuidado y un mantenimiento, no se sustenta sola.
Propuesta: Busca un tiempo y un espacio para los dos. Haced algo diferente que promueva el compartir ideas, acciones o emociones. ¿Qué os gusta a los dos?
Y si en algún momento de este trabajo por recuperar tu relación, sentís que se os hace cuesta arriba, contemplad la posibilidad de asesoraros con un profesional en una terapia de pareja, donde podréis encontrar el escenario adecuado para aprender a comunicaros de forma distinta.
A continuación un vídeo del psicólogo Bernardo Stamateas en canal 26 sobre las crisis de pareja:
¿Quieres superar esta crisis con tu pareja?
¿Llevas tiempo en crisis de pareja?
Hola Patricia!
Me ha encantado el post, que difícil resulta entender que las crisis son algo necesario, y porqué no decirlo, positivo en la relación.
Las crisis siempre tienen un «porqué» y darle respuesta solo nos puede ocasionar crecimiento y mejora en nuestra relación, siempre y cuando sepamos trabajarla.
Como dices es necesario que ambos trabajemos activamente para superarla y encontrando el bien común, buscando ese punto de encuentro y crecimiento que ambos necesitamos.
Lo que pasa es que no concebimos las crisis de ese modo, entramos en ese bucle del «pues tu más» y en vez de buscar ese objetivo común a menudo nos empeñamos en resaltar los desencuentros y ahí surgen los reproches, y claro… si tu reprochas yo reprocho… en fin que al final nos perdemos.
Me quedo con eso de: deja de utilizar la técnica del avestruz, sin duda cuanto antes atajemos la situación mejor será para ambos.
Un besazo
Hola Andrea,
Gracias por pasarte y tu aportación. Las crisis, de pareja, individuales o sociales, son una oportunidad de cambiar, un mensaje en color rojo que dice «algo anda mal».
Como bien señalas, si en pareja trabajan ambos, hay mucho que poder reconstruir, pero como la crisis se enfoque como la espera pasiva a que cambie el otro…es complicado que se salga ileso.
Aprovecho para felicitarte por tu nueva web, me encanta, prometo pasarme pronto.
Un abrazo
hola Patricia..
Me ha encantado tu post, ps quisiera una orientacion,,, en lo personal estoy pasando por una crisis…. me gustaria contarte en privado… si se puede.. xfa necesito tu ayuda…