Seguro que lo has experimentado en tus propias carnes, el efecto terapéutico que tiene echarte unas risas, ¿verdad?
Sí, doy fe de lo que señala el título:
- los enfermos se recuperan antes de sus lesiones si se ríen durante el tratamiento (risoterapia);
- el córtex cerebral libera impulsos eléctricos un segundo después de empezar a reír, expulsando de nuestro organismo la energía negativa;
- la risa libera endorfinas que aumentan el nivel de linfocitos en sangre por lo que nuestro organismo se hace más resistente a las enfermedades.
¿Qué más le podemos pedir al humor?
Malenachill, autora del artículo invitado de hoy te explica cómo el humor se convirtió en su mejor aliado para despejar su mente de pensamientos negativos y preocupaciones.
Además, te deja asomarte a una historia que te hará sonreír.
¡Adelante Malenachill!
Creo que todos hemos pasado, y pasamos malos momentos en los que nos sentimos decaídos, tristes, sin interés ni ilusión, por algo, por muchas cosas o por nada, pero nos metemos en nuestro mundo, nos ahogamos en nuestra tristeza y vemos todo gris oscuro o más bien negro.
Yo pasé una larga temporada en ese estado, con continuos altibajos, más bajos que altos y mi estado era de tristeza continua, todo era malo a mi alrededor, no tenía buenos ojos para nada ni para nadie, sólo para mi pena y mi dolor, que ahora veo totalmente injustificados.
Siguiendo las pautas de mi psicóloga, fui buscando motivación en mis aficiones favoritas y gracias a una de ellas, la escritura y a ese pequeño “defectillo”, el despiste, que me hace meter la pata muy a menudo, incluso hasta verme envuelta en situaciones a veces surrealistas, me atreví e comenzar a escribir humor.
Primero con anécdotas propias y luego, gracias a la iniciativa y ayuda de un gran amigo, compartiendo con él en un Blog una historia que todos los que estamos en mi situación de soltería hemos vivido de una manera u otra, “Buscar pareja”, pero llevada a la ironía y al humor.
Todas las semanas escribíamos, cada uno un capítulo, sólo con la imaginación, ninguna historia era una experiencia real. Sólo el hecho de que cada uno nos habíamos comprometido a escribir todas las semanas ya era un empuje para mantener mi cabeza ocupada, imaginando situaciones graciosas para mi historia.
Y lo mejor era cuando escribía, a veces me reía a carcajadas de mis propias ocurrencias y me sentía realmente relajada y bien.
Llegamos hasta los 77 capítulos, fue genial, porque además de servirme para remontar y superar mi estado de tristeza y ansiedad, me consta que hubo más gente que también nos leía y a la que conseguimos sacar más de una sonrisa. En realidad, eso fue lo que realmente más me hizo sentirme feliz y satisfecha.
Había gente que me preguntaba si realmente había vivido estas historias para buscar pareja, “por supuesto que no”, decía yo, “mis experiencias forman parte de mi intimidad”.
Aunque a veces también existen situaciones disparatadas hasta en algo que parece tan serio y formal como es encontrar un compañero, tener una nueva oportunidad.
Si dejas volar la imaginación, puedes crear cualquier historia y en vez de amargarte la vida por no haberse cumplido tus expectativas, puedes convertirlo en humor y pensar en positivo, que todo llega cuando toca y cuando tiene que llegar.
La risa, el buen humor, llevar a la carcajada algunas situaciones diarias con las que nos encontramos mejora considerablemente nuestro estado.
Hay una gran diferencia entre tomarnos las situaciones engorrosas con seriedad a tomárnoslas con ironía y una sonrisa, que es gratis y no puede hacer daño a nadie.
Yo animo a las personas que se encuentren tristes a intentar buscarle el humor a la vida y reír mucho y muy a menudo.
Os dejo un extracto de mi capítulo favorito y el enlace al Blog, por si os apetece echarle un vistazo:
Yrietesipuedes.blogspot.com/es
Capítulo 29 – El demonio existe….
“…Julián es ingeniero, profesor, catedrático, informático, filólogo y no sé cuántas cosas más, porque tiene 5 carreras. Así le ha pasado al muchacho que tiene 45 años y yo creo que aún no ha catado hembra y es que es imposible que haya tenido tiempo, un día con él es una maratón de museos, teatro, cine de filmoteca, etc…, vamos como Esperanza pero con otro tipo de deporte…., te deja tan agotada que si propone cama, a mí sólo se me ocurre la de pinchos de los faquires a ver si reacciono.
Y es que el otro día fue tremendo, quedamos a las 11 de la mañana en un parque, yo pensé que era para dar un paseo romántico, de la manita, como en las pelis, si, si, ¡una leche!, había una exposición de esculturas y me tiré dos horas de reloj admirando todas y cada una de ellas y escuchando la historia del escultor que las había realizado, y lo peor, eran feas hasta decir basta.
Al terminar era ya la 1 y yo pensé, ¡genial, hora del aperitivo! ¡qué va, ni por asomo! Julián había cogido entradas para el Museo del Prado y nos tiramos otras dos horas, exactamente hasta las 3,10 de la tarde, viendo pinturas y una vez más tragándome la vida y milagros de cada pintor, y no es que yo sea una inculta, pero la pintura es algo que no entiendo porque no me gusta y por quedar bien con mi pretendiente, casi enfermo con tanto cuadro, ¡por Dios!
Bueno, por fin salimos de aquel infierno maldito y nos dispusimos a ir a comer (que ya tocaba) porque no sé a él, pero a mí me sonaban las tripas como si se quejaran a gritos y es que no había probado bocado desde las 8 de la mañana. Pues eso, fuimos a comer, pero no a una tasquita de esas chulas ni a un restaurante normal, ¡nooooo! Me tuvo que meter en un restaurante temático, de arte, ¡cómo no! Encima ya tenía el menú contratado, sopa El Greco y bacalao Leonardo Da Vinci, todo ello regado con vino Goya, especialidad de la Casa… y de postre, natillas Velázquez, pues qué mala suerte, que no me gusta ni la sopa ni el bacalao y mucho menos las natillas del Sr. Velázquez, así que probé un poco de cada cosa, por cumplir y le puse como excusa que andaba algo mal del estómago, preferí omitir, el porqué…. El caso es que salí de allí con más hambre que el perro del Lazarillo de Tormes.
Aquello ya me calentó pero para “mal” y me estaban dando ganas de salir corriendo, pero el muy pillín me lo debió notar en la cara y me regaló una rosa que nos ofreció una gitanilla, sólo espero que no fuera con maldición incluida…..
Me relajé un poco porque pensé que a esas horas, las 4,15 de la tarde, no habría nada “de arte” abierto y que iríamos a tomar un café. Una vez más me equivoqué, ¡qué ilusa! ¡La Filmoteca…! ¡La puñetera filmoteca está abierta todo el día y Julián ya tenía compradas dos entradas para una película de Monsieur Rapodé o no sé quien narices! Pero encima era en idioma Alemán y había que leer los subtítulos, bueno, yo, porque Julián también sabe 6 idiomas, entre ellos, como no, el Alemán. Casi hubiera preferido leer, porque imagínate a las 16,30 de la tarde, muerta de hambre y con un sueño de mil demonios, con un individuo (en ese momento pasó a esa categoría) al lado, traduciéndome una pestiño de película que consistía en una conversación entre dos Economistas sobre la crisis mundial.
De verdad, si hubiéramos estado en un palco, me hubiera tirado de cabeza, porque yo ya no quería vivir, pero encima Julián me colocó en la segunda fila, para que no me perdiera el menor detalle del bodrio, perdón película de filmoteca
Si quieres saber cómo continua la historia, aquí …
¿Te ha ayudas del humor cuando tienes problemas?
¿Utilizas el humor para salir adelante? Déjanos tu opinión, nos importa
Autora invitada: Malenachill. Empecé buscando ideales y acabé encontrándome a mí misma. Siempre se me ha dado bien compartir, así que tenía que contarte esto que pienso. Blog: https://www.tumblr.com/blog/malenachill
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Gracias de nuevo Malenachill por tus artículos y el buen rollo que has traído en Diciembre con este último. Es increíble cómo cambia el estado de ánimo de uno con tan solo reírse unos minutos. Enhorabuena por tu Blog de humor, además de reírme un montón he cogido cariño a los personajes que al final reflejan en relieve las cotidianeidades absurdas y graciosas que acabamos viviendo todos.
Gracias a ti una vez más Patricia, por darme la oportunidad de intervenir en tu Blog, por el que una vez más te doy la enhorabuena. Un beso.
Reírse de uno mismo es buenisimo, de hecho puedo asegurar q lo q más gracia me hace es cuando mi marido me imita.
Muchas veces hay q tomarse la vida más a la ligera. Se va más libre.
Hola Sakinamar,
Justo hablas de uno de los rasgos de las personas con gran sentido del humor, que son capaces de disfrutar y reñirse cuando se ven imitados, porque captan la caricatura de una característica propia y eso les ayuda a reñirse de sí mismos y a tomarse menos en serio. Gracias por tu aportación.
Estoy de acuerdo, reírse de uno mismo es incluso una buenísima manera para aceptarnos mucho mejor cómo somos. Gracias por vuestros comentarios. Besos :-)).
Bueno me ha encantado el artículo. Tiene un buen rollo que anima al que lo lea. Yo voy a contar mi experiencia. Uno de los peores momentos de mi vida fue cuando me dejo mi exnovio. La verdad es que a día de hoy doy gracias por que me dejara .
Bueno a lo que voy…yo llore mucho mucho mucho, hasta que un día me levante por la mañana y vi esas pequeñas arrugas alrededor de los ojos…si las llamadas patasenhorabuena a la autora del articulo. Muchas gracias como siempre genial.Yo que hasta el momento nunca había tenido arrugas. Madre mía cuando me vi en el espejo y no me reconocía fue cuando decidí que se acabo de llorar y que a partir de ese momento me iba a reír hasta de mi sombra. Y así ha sido…mucho más sano y mucho mejor la verdad. También he de decir que la gente de la que me rodeo es una cachonda mental, con un humor que me parto.
Así que recomiendo cambiar el llanto por la risa y sobre todo y lo más importante…quererse mucho a uno mismo. Yo me quiero mucho, cada día más. Si tu te quieres a ti mismo con seguirás que el resto te quiera y te valore.
Patricia genial como siempre tus invitados que dan una bocanada de aire fresco y nos ayudan a ver las cosas desde otros puntos de vista. Mi enhorabuena
Hola Elena,
Gracias a ti por compartir tu testimonio en los comentarios. Totalmente de acuerdo en eso que apuntas sobre rodearnos de gente con humor, es una de las características de la gente tónica, aquellos que precisamente aportan positividad a nuestra vida. Las penas con apoyo social del bueno efectivamente son menos penas.
Muchas gracias Elena y estoy totalmente de acuerdo contigo en lo sana que es la risa .Ojalá que nuestras patas de gallo reflejen mucho tiempo nuestro buen estado de ánimo, sentido del humor y lo que nos queremos.
Un beso Elena y enhorabuena por tu acertada decisión y a seguir riendo todo lo que podamos :-))).
Pues sí, hay que reirse que no hace mal a nadie, estoy de acuerdo. No hay nada como una sesion de risas con mis amigas por cualquier situación comica o absurda, que te ries tanto que ya no sabes ni por qué te ríes. Y volver a recordarlo al cabo del tiempo y que provoque la misma risa, eso es genial.
La vida es ya muy seria por sí sola, no olvidemos el humor.
Eso es Fátima, ya hay bastantes penas en la vida, como para tomarnos todo tan en serio. Reír, sonreír y transmitir alegría son buenas costumbres que nunca deberíamos dejar de practicar. Muchas gracias por tu comentario. Un beso.