Objetivos bien, autoestima, mejor
Objetivos por ciclos
Sin que hagamos nada, la vida nos regala ciclos. Todo está configurado para que así sea. Te pongas como te pongas, todo es estacionario. Es indiscutible que vivimos por temporadas que versan de distintas cosas. Ahora la vida nos regala el estreno de un año, con el que podemos hacer lo que nos venga en gana. Un folio en blanco para rellenar, con la ardua tarea de hacerse cargo de lo que uno escribe para sí mismo.
Y en medio de esta tarea, habrá quien prefiera copiar al de al lado y poner el mismo contenido que su vecino, quien esperará tanto a que la musa venga que será más espectador que actor, quien completará su hoja en los primeras semanas del año de miles de propósitos y buenas intenciones, etc.
Sea como sea, no hay una forma de proceder universal que sea válida para todo el mundo. Hace un tiempo estaba de moda trabajar por objetivos, y se aprovechaba el inicio de año para incentivarse y apuntarse a miles de actividades en búsqueda de logros.
Ahora, hay un movimiento de vivir con más consciencia y presencia que demanda focalizarse más en el aquí y el ahora, y deja en segundo plano el motivarse con planes futuros que pueden llegar a esconder el mensaje de “lo que eres y lo que tienes no es suficiente”
Mi propuesta es que no hagas nada por lo que se lleva o no se lleva, por lo que te recomienden o por lo que hagan otros, sino que busques una propuesta de tu talla, a tu medida, porque al final es con lo que te vas a sentir más cómodo.
Para eso, evidentemente hace falta explorar con las distintas opciones y ver cuál es la que mejor te encaja. Todo esto requiere de un autoconocimiento para que puedas valorar mejor:
¿Con qué sueles motivarte para la acción?
¿Eres una persona que improvisa o que le gusta tener sus listas por objetivos y tareas?
¿Eres caótico y desordenado, o metódico y organizado?
¿Te gusta cambiar de planes sobre la marcha?
¿Te motiva iniciar actividades a principios de año o te estresa?
En función de tus respuestas, verás que estás más orientado a moverte por objetivos o a moverte por el proceso. Y cualquiera que sea lo que concluyas, estará bien, siempre que te ayude a sentirte en coherencia con tus valores.
Beneficios de ponerte objetivos:
-La consecución de metas en el pasado puede ser un buen motivador para conseguirlas en el presente. Es decir, en momentos en los que te haga falta creer en ti y en tus capacidades, puedes tirar de tu propia biografía para recordar logros anteriores. Eso te dará seguridad y disminuirá tu escepticismo ante la dificultad de las presentes.
-Fijarte objetivos te ayuda a mejorar tu autoconocimiento, para poder ir midiendo mejor cuáles son tus fortalezas y tus puntos de mejora, las cosas que dominas y aquellas en las que tienes que invertir más tiempo o recursos.
-Te retas a explorar zonas desconocidas, que te daban cierto miedo o que considerabas prohibidas para ti. El marcarte pequeñas metas te da la posibilidad de atreverte a salir a descubrir un mundo nuevo de actividades o habilidades, y a la vez te da feedback de potencialidades tuyas que ni contemplabas.
-Te ayuda a salir del bloqueo o la pasividad, si es que estás en un momento de apatía o aplanamiento emocional, porque te marca una dirección hacia la que dirigir tus acciones.
Beneficios de vivir el presente (sin moverte por objetivos)
-Focalizas en tu yo actual, valorando lo que ya eres, escuchando lo que necesitas a cada momento.
-Potencias la gratitud en el presente, con lo que ya hay “aquí y ahora” en tu vida, pues te envías continuamente el mensaje de “sé consciente de lo que ES, de lo que EXISTE AHORA, de lo que tienes en este instante, de lo que te ofrece la vida en este momento”.
-Dejas lugar a la improvisación, sueltas el control absoluto de las cosas, dejando más abiertos los planes, lo cual te ayuda a considerar opciones que antes no considerabas. Te dejas llevar mucho más por lo que te ofrece el día a día, y estás más receptivo a los cambios.
Conclusiones:
Como ves, ser presentista, o marcarte objetivos, te reporta beneficios igualmente. Por eso, mi propuesta es que lo personalices y adaptes a tu momento vital.
Ponerte objetivos ahora en enero o en cualquier otro mes del año, está bien. Probablemente, te ayude a motivarte, a dejar de posponer esas acciones que llevabas demorando, y te ancle a propuestas concretas: hacer ejercicio 2 veces a la semana, ir al psicólogo los miércoles, incluir pescado y fruta en mi dieta habitual, etc. Las metas facilitan la instauración de hábitos, lo cual redunda en tu salud, en tu bienestar, en tus aprendizajes, etc. Y esta es una razón por sí misma perfectamente válida.
No necesitas embarcarte en un sinfín de objetivos para ganar en autoestima, no hagas que tu valor esté continuamente condicionado a tus logros, porque estarás contándote que: “vales lo que logras, y cuando no lo consigues, pierdes valor”
Esto es más que contraproducente. Un autoconcepto sano y positivo incluye logros, sí, pero también resultados no esperados, es decir, luces y sombras, objetivos que se alcanzan y otros que no.
Eres mucho más que un listado de acciones que luego valorarás en rojo o en verde. Así que, te animo a que te superes, a que crezcas disfrutando del camino y de los procesos, pero no te olvides de amarte mientras persigues tus objetivos.
¿Eres de los que se ponen objetivos para motivarse?
¿Tu autoestima disminuye cuando no consigues tus objetivos?
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