Paulo Coelho aplicado a la Psicología

No hay frase de este escritor y dramaturgo que te deje indiferente, por algo será que sus libros se han traducido a 80 idiomas y publicado en más de 170 países. Además de ser miembro de la Academia Brasileña de las Letras en 2002, fue designado Mensajero de la Paz de la ONU en 2007, y no son estos los únicos premios y condecoraciones que ha acumulado en su dilatada carrera.

Hoy queremos arrojar luz a partir de algunas de sus frases más célebres, y luego cada cual que haga sus propias reflexiones, porque sus letras son eso, una propuesta de pensamiento, que luego uno ha de adaptar, cuestionar o integrar en su día a día.

“No es fácil ni importante volver al pasado y reabrir las cicatrices de allí. La única justificación es saber que ese conocimiento me va a ayudar a entender mejor el presente.”

Tu pasado no ha de ser necesariamente determinante y estigmatizante en tu vida, pero sí influye y explica gran parte de tu presente.

Tienes margen de maniobra, afortunadamente si quieres, para revertir en algún grado, reestructurar, reinterpretar con nuevos datos tu pasado, y asimilar lo que no puedes modificar de él.

Sin embargo, no puedes obviar que lo que haces y piensas se entiende mejor si tienes en cuenta lo que has vivido. Puedes empezar a construir una nueva historia cada día, pero de nada sirve negar u ocultar de dónde vienes y lo que experimentaste.

Es más productivo darle su función, obtener un aprendizaje de lo vivido. Tampoco es muy útil dar vueltas sobre el mismo círculo, una y otra vez, si no lo recorres ahora de otra manera a la luz de lo que ahora sabes, ahora tienes, y ahora sientes.
No puedes modificar el pasado, pero sí hacer una lectura diferente de ello, o no, tú decides.

Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.

No hay peor enemigo para alcanzar un objetivo que la inacción, no hacer nada para aproximarte a ello, por el “¿y si fracaso?”, “y si sale mal?” , “¿y si pierdo?”. Estos miedos convierten el fallo en algo imperdonable, en lugar de verlo como una oportunidad para desarrollarse, una experiencia con su ventajas y sus inconvenientes, un aprendizaje con sus logros y su pérdidas, etc.

Esta visión dicotómica de la vida en términos absolutistas como éxito/fracaso, bien/mal, vencedor/fracasado, simplifica la realidad y te coloca en una situación especialmente estresante, porque parece que te lo juegas todo a un mismo número, sin permitirte disfrutar de los matices intermedios que la vida te ofrece.

Con planteamientos tan radicales es fácil que el miedo a fallar te bloquee y te paralice, y entonces hagas menos de lo que realmente podrías y querrías hacer por lograr tus metas.

“Si me preguntas si me gusta tu compañía, la respuesta es sí, sin embargo, si quieres saber si puedo vivir sin ti, la respuesta también es sí…»

Con esta frase el autor te da directo al corazón haciendo que te cuestiones una de las creencias irracionales mejor camufladas de la historia romántica: “Sin ti me muero, y esto es señal o garantía de lo que te quiero”. Pero nada más lejos de la realidad, esta creencia, más allá de ser una afirmación poética donde las haya, o de guión de cine melodramático, lo que transmite es una visión dependiente de las relaciones de pareja, como si amarse fuera exclusivamente vivir por y para el amado.

Eso no es un amor sano, como bien nos invita a reflexionar el psicólogo Walter Riso en uno de sus libros “¿Amar o depender?”

Ya Coelho con esta frase apuesta por un cambio de paradigma en las relaciones de pareja, bajo el cual propongo una declaración de amor, a sabiendas de que puedo ser tildada de antiromántica. “Mi vida ya tenía sentido antes de ti, no te necesito, pero te prefiero. Prefiero tenerte en mis días y mis noches. Podría vivir sin ti, pero te elijo para que me acompañes en este viaje, y me siento afortunad@ de que tú también prefieras que te acompañe, aunque no me necesites para ser feliz”

“Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea».

Detrás de estos tres comportamientos infantiles puedes hallar tres grandes protectores de tu salud mental: positividad, actividad y asertividad. De hecho, si observas a tu alrededor, las personas que se describen así mismas como felices suelen dar muestras de optimismo, de ser proactivas y resolutivas y de saber defender sus derechos y opiniones ante los demás.

Salvando las distancias y por supuesto adaptándolo a las particularidades de la vida de un adulto, lo cierto es que los niños pueden recordarte lo que te hace feliz:

  • Expresar alegría, saltar, cantar y bailar por pura satisfacción.
  • Desconocer lo que es la apatía y necesitar pocas cosas para ser capaz de elaborar una historia, un personaje, un juego y un entretenimiento en cuestión de minutos.
  • Vehemencia y perseverancia para transmitir lo que quieren conseguir, una y otra vez, tantas veces como haga falta.

¿No me digas que no te vendría bien un poco de estos tres ingredientes para alegrarte el día?

“Si te preocupas demasiado por descubrir lo que hay de bueno o de malo en tu prójimo, te olvidarás de tu propia alma, te agotarás y serás derrotado por la energía que has gastado en juzgar a los demás.”

No hay nada como poner el foco en ti y en lo que puedes mejorar para que, gradualmente, se te vaya pasando el enfado por lo que otros hacen, que no encaja exactamente con lo que tú harías, o tú esperas, o tú consideras normal.

Efectivamente, observa cuánta energía y tiempo inviertes en castigarte con las “decepciones” o las expectativas frustradas que tenías sobre el comportamiento de terceros. Porque si es mucho y significativo, tal vez estás malgastando tus esfuerzos con el foco de atención inadecuado.

No puedes cambiar a los demás, desiste. Puedes proponer, explicar, pedir etc., pero ¿y persuadir, exigir, manipular, suplicar, coaccionar, etc.? ¿Estás dispuesto a desgastarte tanto a la espera de que otros cambien? ¿O prefieres concentrarte en lo que de ti depende, en lo que tú sí puedes hacer para sentirte mejor?

A continuación, una entrevista a este autor sobre su libro «Aleph» y otras reflexiones:

¿Qué opinas de estas frases de Paulo Coelho?
Deja tus comentarios y reflexiones, son importantes.

Por | 2017-07-08T15:33:51+00:00 marzo 10th, 2015|Cuentos y frases célebres|Sin comentarios

About the autor:

Licenciada en Psicología por la UAM, Col. Nº M-16099. Experto en Psicoterapia Breve. Máster en Sexología y amplia experiencia como psicóloga y formadora en el área de la psicología de la salud y la educación. Fundadora de Tupsicologia.com, asesoramiento psicológico presencial y on line, un apoyo profesional y cercano

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POR LA AUTORA DE ESTE BLOG

EXPERTA EN TERAPIA PAREJA

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