«Perdón…es que…no me emociona la Navidad, lo siento»
Insinuar o declarar que no te gusta la Navidad en estas fechas, puede ser arriesgado. Además de no ser políticamente correcto, puedes llegar a ser visto como un bicho raro, sintiéndote incomprendido y fuera de lugar.
De la misma manera que nadie debería ridiculizar a quien vive estas fiestas con la ilusión de un niño, tampoco se debería etiquetar como «raro» a quien no las vive con especial interés.
Para algunas personas “tener que” sentirse alegre, solo por el hecho de que es Navidad, es una forma de fozar emociones, y si además recibe la presión de familiares para participar en todos y cada uno de los rituales “obligatorios” que existen, su nivel de angustia e incomprensión se acentúa.
Si este es tu caso, tranquilo, puedes sobrevivir a estas fechas sin tener que fingir que las experimentas como otros, y sin tener que empaparte de un espíritu navideño que tú no acabas de valorar ni desear.
Es cierto que es complicado abstraerse del ambiente de estas festividades cuando, hagas lo que hagas, hay miles de señales que te lo recuerdan, ensalzan y reiteran, una y otra vez.
Sin embargo, el objetivo es que puedas elegir libremente cómo quieres vivir estas fechas sin rozar ninguno de estos dos extremos:
- Aislarte de todos
- Fusionarte con todos y fingir que te encanta.
¿Y si pudieras expresar libremente que no te gusta la Navidad?
¿Y si tu forma de vivirla fuera tan válida como la de los demás?
¿Y si tuvieras derecho a poder experimentarla a tu manera?
¿Y si no te importara tanto lo que pienses o digan de ti?
Mi propia Navidad
Aquí te dejo algunas ideas que pueden ayudarte a tener una actitud más positiva en esta temporada:
#1. Valida tu emoción y opinión
En primer lugar, es importante que tengas claro que no todo el mundo tiene los mismos gustos, creencias y afinidades, por lo que es perfectamente normal que estas fechas no te resulten atractivas, sin que necesariamente eso implique que eres “raro” o “tienes un problema”.
Comienza por concederte a ti mismo el derecho de sentir tal cual sientes, ¿por qué no? , ¿por qué tendrían que gustarnos a todos las mismas cosas? , ¿por qué tendríamos todos que disfrutar de los mismo eventos o acontecimientos?
Así que empieza por ser honesto contigo mismo, y poder defender tu percepción y opinión. No se trata de convencer a nadie, pero tampoco de que otros te impongan a ti sus ideas acerca de la Navidad.
“Tú eres tú, yo soy yo”, reivindica tu derecho a tener tu propia valoración y criterio. No tengas miedo a expresar lo que piensas, pues no hay una verdad universal acerca de cómo ha de vivirse esta época.
#2. Explora lo que te ocurre.
¿Puede haber algo más?
A veces, el rechazo que te provocan estas fechas no es simplemente una cuestión de gustos, sino que detrás hay un fuerte sentimiento de tristeza y soledad.
Analiza si detrás de tus comentarios negativos hacia la Navidad, hay algo más profundo.
¿Estás evitando sufrir por recordar una pérdida?
¿Este mes te hace tener más presente la ausencia de tus seres queridos?
¿Te sientes obligado a celebrar cuando tu cuerpo y tu mente te piden estar en recogimiento y sin forzar?
Si es así, estos sentimientos de tristeza son absolutamente normales, y tienes que darte permiso para tenerlos. Si estás en pleno duelo, no tienes que obligarte a vivir estas navidades como si nada hubiera pasado.
Puedes hablar de aquella persona a la que has perdido, recordar anécdotas en positivo, y permitirte participar, en la medida que quieras, de los rituales, celebraciones, etc.
Tal vez este año necesitas hacer una celebración más íntima, tal vez quieras hacer algo distinto, etc.
Tampoco hay por qué celebrar todos los años estas fiestas de la misma manera, concédete el derecho de introducir algún cambio en algún grado que se ajuste a tu estado emocional presente.
Escúchate, observa cuál es tu necesidad. No te obligues a eliminar una emoción, que es necesario que esté contigo, por la presión del mensaje de “es Navidad, alégrate”.
Por otro lado, si estos sentimientos empiezan a provocarte malestar significativo y derivan en síntomas depresivos, no dudes en consultar a un psicólogo que pueda acompañarte emocionalmente en esa fase especial de tu duelo.
#3. Diseña tu propio periodo navideño.
No está escrito, tú puedes volver a construir una nueva definición de lo que quieres que signifique para ti este periodo.
Es más, puedes ir cambiando el concepto de Navidad de un año a otro, y comenzar a llenarlo de matices y de variaciones que antes no contemplabas.
¿Quieres que sea un periodo de descanso sin estrés?
¿Para ti es una época de reunirte con familia que no puedes ver el resto del año con frecuencia?
¿Prefieres vivir solo algunos encuentros sociales y celebraciones familiares?
¿Quieres que sea un tiempo para poder viajar o llevar a cabo otras actividades que con la rutina diaria no haces?
Puedes darle el sentido que desees, y no tienes por qué compartir el que otros le conceden. No te sientas culpable o extraño por no ser capaz de sentir lo que otros parecen transmitirte en estas fechas.
Si no te sientes identificado con lo que la mayoría de la gente parece expresar, este periodo del año es una oportunidad estupenda de entrenar algo que está directamente relacionado con tu felicidad y salud: la asertividad.
La asertividad es la habilidad de decir lo que piensas y sientes, sin agresividad ni sumisión, siendo coherente con tus valores y principios, aunque cuentes con la desaprobación de los demás.
Si has leído este artículo y eres de los que aman y disfrutan de la Navidad y de cada uno de sus miles de rituales, entonces quizás puedas entender mucho más a esa persona cercana que no lo vive de la misma manera que tú, ahora sin juzgarlo y estando más abierto a los distintos formatos que ofrecen estas fechas.
Observa todo lo que puede hacer que vivamos estas fechas de modo distinto:
- Valores, creencias, patrones educativos, religión, espiritualidad, etc.
- Estado emocional, padecer depresión, ansiedad o estar en proceso de duelo.
- Gustos, rasgos de personalidad y aficiones.
No hay una norma universal que nos diga cómo deberíamos vivir la Navidad
¿Te gusta o no te gusta la Navidad?
¿Cómo te gustaría vivir este periodo navideño, si pudieses elegir libremente?
Quizá simplemente a muchas personas no les agrada la navidad por la comercialización, el invento de regalitos, los fuegos artificiales y todo lo demás impuesto por una sociedad vacía. Terrible artículo