Consejos para padres imperfectos
Es asombroso cómo ha proliferado en la última década la sensibilización hacia la educación emocional de los más pequeños. Programas como “Supernanny” y las “Escuelas de padres” en los colegios e instituciones han contribuido bastante a subrayar la importancia de enseñar otros aspectos que no se contemplan con mucha frecuencia en el curso escolar.
Nos estamos refiriendo a habilidades que tienen que ver con la Inteligencia Emocional como la empatía, la escucha, realizar críticas o peticiones de forma asertiva, aceptar un “no” por respuesta, llegar a acuerdos o negociaciones, gestionar la ira, el control de impulsos, etc.
Todas estas competencias pueden concretarse en la demanda que todos los padres hacemos con el famoso “pórtate bien”. Es la súplica con la que intentamos que los niños obedezcan y sigan las normas. Sin embargo, a veces somos los adultos las que las pasamos por alto, por lo que también podríamos decir, aunque jamás se escuche, que “los padres también nos portamos mal”.
Para que nuestro mensaje no quede tan ambiguo como el que le lanzamos a veces a los pequeños, hagamos un esfuerzo por traducirlo en términos de comportamientos a mejorar que, es mucho más ilustrativo, y todo sea dicho, no nos hace sentir tan culpables, sino que nos ánima a cambiar.
Queridos papás:
- Habladme bajito y con tranquilidad. No me digáis “¡NO GRITEEEES!” mientras me gritáis, porque me hago un lío entre lo que decís y lo que veo que hacéis.
- Cuando no os guste algo de lo que hago, proponedme qué puedo hacer en su lugar, qué esperáis exactamente que haga. Además de “Eso NO”, explicadme lo que sí puedo hacer.
- Dejadme elegir un poco. Sé que tardo mucho en hacer las cosas, que vamos con prisas y que no siempre sé que es lo mejor para mí, pero hay cosas sencillas en las que me podríais dejar elegir, al menos entre dos opciones. Yo me sentiría más autónomo, seguro y capaz.
- Ponedme la misma norma. Si no estáis de acuerdo entre vosotros, habladlo luego cuando estéis solos. Si me pedís cada uno cosas distintas, no me queda claro qué es lo correcto o lo que debería hacer. Me confundo, me canso y encima me pongo triste al veros discutir.
Finalizamos con un vídeo cuyo protagonista le pide a sus papás unas cuantas cosas que harán seguro que crezca feliz:
Todos los padres del mundo nos equivocamos y podemos mejorar, ¿o no?
Si quieres más información sobre pedagogía consultas nuestros tratamientos psicológicos sobre Psicología infantil y adolescente
Photo Credit: Taylorschlades
Deje su comentario