El coleccionista de insultos : cuento sobre cómo reaccionar ante los insultos.
¡Cuántas veces se sufre por las críticas de los demás! Bueno, esto no es exactamente así, puesto que lo que te hace sentir mal no es lo que los demás te dicen, sino lo que tú interpretas acerca de lo que te dicen.
Este pequeño gran matiz marca la diferencia entre tener una emoción negativa o no tenerla. Esto es lo que nos propone este cuento, una reflexión sobre el poder que tienes para ignorar, transformar o rechazar aquellos mensajes negativos y tóxicos que te llegan del exterior.
Una forma de parar la agresividad que te llega de fuera.
Aprendamos del samurai:
“Cerca de Tokio vivía un gran samurai ya anciano, que se dedicaba a enseñar a los jóvenes.
A pesar de su edad, corría la leyenda de que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario. Cierta tarde, un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí.
Era famoso por utilizar la técnica de la provocación. Esperaba a que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para reparar en los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.
El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Con la reputación del samurai, se fue hasta allí para derrotarlo y aumentar su fama. Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío…
Todos juntos se dirigieron a la plaza de la ciudad y el joven comenzó a insultar al anciano maestro. Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió en la cara, le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros. Durante horas hizo todo por provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.
Desilusionados por el hecho de que el maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:
-¿Cómo pudiste, maestro, soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usaste tu espada, aún sabiendo que podías perder la lucha, en vez de mostrarte cobarde delante de todos nosotros?
El maestro les preguntó: -Si alguien llega hasta ustedes con un regalo y ustedes no lo aceptan, ¿a quién pertenece el obsequio? -A quien intentó entregarlo, respondió uno de los alumnos.
Lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos -dijo el maestro- cuando no se aceptan, continúan perteneciendo a quien los llevaba consigo”
Y es que el único responsable de tus sentimientos eres tú mismo. Nadie tiene la capacidad de hacerte sentir mal, salvo que tú se la concedas. Lo importante no es lo que otros pretendan (molestarte, descalificarte, herirte), sino lo que tú hagas con lo que te ofrecen.
Es en ese punto donde puedes negarte a quedártelo, y no dejar que entre en tu interior.
Acabamos con una entrevista a Rafael Santandreu sobre cómo reaccionar ante las críticas, incluidas las destructivas y descalificadoras:
¿Cómo reaccionas cuando te ofenden o insultan?
¿Cómo manejas las críticas destructivas?
Photo Credit: gtall1
¡Qué bueno, el Samurai, Patricia! Pero qué difícil de conseguir ignorar los insultos y ofensas, sobre todo cuando vienen de gente que te importa, pero bueno, es otro reto a conseguir y muy importante. A mí me ha ocurrido alguna vez que me han ofendido en un foro por algún comentario o broma, pues yo soy muy propensa a bromear y he salido del paso con humor, aunque por dentro echara humo, parece que en esa ocasión me resulto, hice reír a mi atacante.
Desde luego, cuánto más estrecho sea el vínculo que mantengamos con quien nos critica, más importancia le daremos a lo que nos dice. Sin embargo, las críticas son sólo información, mejor o peor transmitida, según sea constructiva o destructiva, pero al fin y al cabo información. Cuando alguien hace una crítica destructiva o tóxica realmente aporta más información sobre él mismo que sobre la persona a quien iba dirigida. «Si tú me insultas, no hablas tanto de mí como de ti»
Hola patricia a mi me encanto tu cuento pero cada vez q intento ignorar un insulto lo hago pero despues me harto y yo intento de cortarme pero se que si lo hago me puedo causar un daño y esa persona siempre habla mal de los que les caen mal pero nunca de sus amigas y necesito un consejo si me puedes dar algo consejo para mi
Hola Itzel,
Me alegra te haya gustado el cuento. Los cuentos como los ejemplos nos ayudan a conectar con una idea, y obtener nuestra propia moraleja. Es importante que tengas en cuenta que gestionar los insultos, las descalificaciones, las críticas destructivas, etc, en definitiva los comentarios tóxicos a los que nos exponemos, requieren de un tiempo de práctica. Algo que podría ayudarte es detectar que esos contenidos tóxicos que provienen de otra persona están dándote información de la persona (de sus valores, sus creencias, su forma de actuar y pensar, etc.). Me explico un insulto no da mucha información del destinatario (hacia quien va dirigido) como del emisor (quien lo emite). Piensa que con lo que dice se retrata. No obstante, es bueno saber detectar si los mismos contenidos son recurrentes en la misma persona, cabe preguntarse ¿qué sentido tiene relacionarse con dicha persona? Es bueno para nuestra salud mental saber cuánto y de qué manera relacionarnos con personas tóxicas. Te adjunto un artículo relacionado:
https://www.tupsicologia.com/personas-toxicas-o-conductas-toxicas/
A practicar Itzel!
Hola patricia, me a pasado algo parecido a lo del zamurai en un conflicto con una persona 20 años mayor que yo le pude Haber puesto un súper paliza al anciano pero no Y me siguió insultando hasta que se canso . Mi dignidad quedo por los suelos crees que devo hacer algo al respecto
Hola Rodolfo,
Empecemos por ver qué le pasó a tu dignidad? qué significan para ti esos insultos?. Si voy por la calle y alguien me llama «puta» reiteradas veces, no es agradable en cualquier caso. Pero puedo sentirme peor si lo personalizo, si me observo y cuestiono si soy o no soy lo que me califica. SI utilizo lo que escupe por la boca como información de lo que le ocurre a él, en lugar de lo que soy yo, tal vez mi dignidad siga intacta, me vaya con más información sobre esa persona. ¿Qué te ha removido con esos insultos? ¿Qué información te dan de esa persona y no de ti? Los insultos dicen más de quien los emite que de la persona a la que van dirigidos.