El primer mes del año, todo suena a promesas y buenos propósitos, como si la motivación que nos falta el resto del año, se renovara automáticamente cuando empieza de nuevo el calendario.
Es ahora, probablemente, cuando tengas más fuerza e ilusión por emprender cambios, así que es ahora cuando tienes que aprovechar el empujón motivacional que te brinda Enero para implementar la transformación que en el fondo llevas meses deseando dar.
Si todo esto lo reduces simplemente a hacer un gran listado con todas y cada una de las metas que te propones conseguir en este 2019, sin dar ningún paso más, lo más probable es que ocurra como con la carrera de los espermatozoides que, de tantos que compiten, solo uno (o a veces ninguno) conseguirá lograr fecundar el óvulo.
No me malinterpretes, no estoy en contra de hacer listas, de hecho me parece una idea estupenda para plasmar lo que se cuece dentro de tu mente, y una herramienta formidable para generar opciones que, en un principio, habías descartado.
La famosa lluvia de ideas, es una técnica muy eficaz para dar rienda suelta a nuestra creatividad y expresión, exteriorizando todas las ideas que nos bullen sin censura de entrada, sin hacer filtro desde un inicio.
Lo que vengo a señalar es que tu listado es necesario, pero no suficiente para dar el cambio que se dibuja en tu cabeza.
Para dar un paso más, comencemos por hacer repaso de los obstáculos que suelen bloquearte el camino:
- La falta de constancia. No tienes un horario establecido o cuando lo tienes acaban venciéndote “las excepciones” hasta que realizar la tarea se convierte en la “excepción”
- No remontas. Inicias una tarea con cierta frecuencia hasta que, de repente, una semana dejas de hacerlo y ¡de perdidos al río!, como ya no lo has hecho un día, dejas de hacerlo definitivamente.
- Olvidas las razones y por tanto la motivación. Pasa el tiempo, y no actualizas los motivos que te llevaron a emprender una acción concreta, por lo que terminas sin la motivación necesaria, sin encontrarle mucho sentido a lo que haces.
Estos son sólo algunas de las piedras con las que puedes tropezarte a la hora de mantenerte firme en la consecución de tus objetivos.
Pues veamos ahora algunas pequeñas recomendaciones para ponértelo un poco más fácil y empezar con buen pie el año:
#1. Haz públicos tus objetivos.
Elige gente de tu confianza y comparte con ellos lo que te traes entre manos, esto aumentará tu grado de compromiso contigo mismo, puesto que te esforzarás más por dar una imagen de coherencia.
Estas personas te irán preguntando que tal va tu objetivo, es decir, espontáneamente te harán un seguimiento que puede serte de gran ayuda para responsabilizarte y automotivarte.
#2. Ponte fechas de consecución y de seguimiento.
Cítate contigo mismo periódicamente para ver cómo vas evolucionando con respecto a lo que te has marcado. Sí, sí, has leído bien, reserva un día y una hora cada x tiempo para destinarla a la autoevaluación.
¿Te estás desviando mucho de lo planeado, tienes que modificar algunos pasos? Poner fechas concretas para obtener un feedback inmediato de tu evolución, será una poderosa herramienta de motivación.
#3. La variable grados intermedios.
No te olvides de meter este elemento en tu mochila: los grados intermedios. Como no eres perfecto, lo normal será que haya momentos en los que dejes de ser constante, hagas menos de lo que puedes, faltes a las clases que con tanta ilusión habías comenzado, etc.
Está bien, en lugar de sacar el látigo o compadecerte, ¿qué te parece si contemplas este tipo de errores como una posibilidad que puede darse?, ¿qué te parece si decides compensar tus desviaciones de la ruta trazada con pasos intermedios que te ayuden a engancharte de nuevo a la acción?
¿Hace una semana que no has pisado el gimnasio? Bueno, pues antes de abandonar, haz el favor de darte otra oportunidad, sí, busca opciones intermedias que te permitan de nuevo ir re-incorporándote al hábito que querías implantar.
Así que comienza a salir a andar una hora durante unos días, y comprobarás cómo es más probable que en una semana vuelvas a retomar el gimnasio sin victmizar, ni tirar la toalla.
#4. Poco pero continuo, mejor que mucho esporádico.
¿Te habías propuesto bajar de peso este mes, estamos a finales y sólo has perdido tiempo y 200 gramos? Bueno, pues no se trata de que ahora, en 4 días, te alimentes del aire.
Renuncia a lograr tus objetivos a base de aceleraciones y detenciones bruscas, baratas y rápidas.
¿Estás dispuesto a dejar los atajos? Lo barato ya sabes que te sale caro.
No hagas dieta, transforma tu objetivo. ¿Qué te parece si te planteas establecer un nuevo hábito de alimentación en lugar de ir directamente a hacer dieta? ¿Observas la diferencia?
Pues esto lo puedes trasladar a cualquier otra meta que te propongas: poco, pero continuado es mejor que mucho de pascuas a ramos.
¿Cómo vas a empezar este año?
¿Qué vas a hacer para mantenerte en tus objetivos el resto del año?
Deje su comentario